Se presta demasiada poca atención a los efectos secundarios de las medidas de limitación de las emisiones

Con las medidas destinadas a reducir la emisión de contaminantes como el amoniaco, los políticos prestan muy poca atención a las consecuencias para la emisión de otras sustancias. Esto se revela en un modelo de computadora construida por Corjan Brink de la Universidad de Wageningen durante su investigación doctoral. Por ejemplo, el modelo muestra que reduciendo la cantidad de amoníaco conduce emitidos a un aumento en la emisión de óxido nitroso (gas hilarante).

El modelo informático desarrollado por el economista ambiental Brink, combinado con las cifras de la agricultura europea demuestra que la política destinada a reducir las emisiones de amoníaco puede llevar a un aumento de las emisiones de óxido nitroso o el metano. Por ejemplo, las medidas de limitación de amoníaco tales como la introducción de los establos de baja emisión y la aplicación de bajas emisiones de estiércol pueden conducir a una triplicación de la emisión de óxido nitroso.

Los resultados también indican que una reducción de óxido de nitrógeno o metano resultados en una emisión reducida de amoniaco. Sin embargo, las emisiones de óxido nitroso inferiores están asociados con un aumento de las emisiones de metano. Los resultados de cada país difieren considerablemente, dependiendo de las medidas puestas en marcha para reducir las emisiones.

Las medidas más importantes que aseguran al mismo tiempo una disminución de amoníaco, óxido nitroso y / o las emisiones de metano son menos nitrógeno en la alimentación, el uso más eficiente de los fertilizantes artificiales y estiércol, y modificaciones a la alimentación para aumentar la productividad de los animales.

En su investigación doctoral, Brink se concentró en la emisión de amoníaco (NH3), el óxido nitroso (N2O) y el metano (CH4) en la agricultura europea. Estas sustancias contribuyen a diversos problemas ambientales como la lluvia y los cambios climáticos de ácido, y se producen en gran medida por las mismas fuentes. Brink descubrió que casi no hay datos cuantitativos sobre los efectos secundarios de las medidas para reducir la emisión de estas sustancias. Por lo tanto, estima que los efectos secundarios de una serie de medidas pertinentes.

El modelo informático que desarrolló permitió calcular los costes y los efectos de las estrategias de reducción para los diferentes problemas ambientales en relación con los demás. Con esta información los responsables políticos pueden producir estrategias más baratas y eficaces para reducir la emisión de contaminantes. El modelo funciona por 36 países europeos.